El Bitcoin ha sido visto como un flujo rápido y alentador de fortunas desde su lanzamiento como criptomoneda en 2009. Desde ese año su crecimiento ha sido constante hasta alcanzar un valor máximo de U.S.1,242 por Bitcoin en 2013. Poco después, se desplomó a un sub-nivel de U.S. 1.000 y actualmente ronda los 450 dolares.
El rápido ascenso y la caída del valor de esta criptomoneda ha creado muchos millonarios y también ha puesto a muchos inversores en la quiebra. Todo esto es debido a la gran masa de especuladores que apuestan a las fluctuaciones de la moneda a partir del minuto a minuto, cimentando las dudas en cuanto a su estabilidad.
A pesar de estos contratiempos, el Bitcoin ha sido capaz de acumular una base importante de usuarios y una especie de ecosistema importante a su alrededor.
Sin embargo, la volatilidad de los precios y la disponibilidad de muchas otras monedas alternativas moldeados en sistemas similares al bitcoin han afrontado de lejos una gran parte del encanto del Bitcoin. Como resultado, el mercado de las Altcoin no ha tenido un crecimiento notable. Aún así, no es de extrañar entonces que un buen número de empresas vean a las altcoin como otra alternativa económica viable.
Entre ellas se destacan las que se ocupan de las materias primas como el oro. Después de una caída sostenida, los precios del oro se han recuperado rápidamente recientemente en el mercado internacional y se espera que salga fuerte. Aunque las principales monedas del mundo ya no ajustan sus valores frente al oro, tal aumento en su valor da un buen augurio para el metal ya que puede elevarse de forma independiente por sí misma, en base a la demanda bruta.
Este resurgir del oro se apoya tanto en los mercados tradicionales y digitales. El caso en cuestión, startups como Bitgold están integrando a la perfección los pagos y ahorros en oro, poniendo literalmente el metal al alcance de los inversionistas y de la gente común que quiere protegerse frente a las monedas depreciables.
Un nuevo estándar de oro?
Esto augura una nueva etapa para el oro, que está haciendo una transición desde el mundo tradicional de las finanzas hacia el mundo de nuevas empresas vanguardistas basadas en Internet. Los operadores pueden ahora comprar lingotes de oro físico al instante, poner en marcha un plan de ahorro, canjearlo en cualquier parte del mundo con su Tarjeta Prepagada e incluso enviar el oro a otros usuarios.
Y nuestra criptomoneda GLD será en muy poco tiempo la alternativa para el tradeo y el juego económico productivo que utilice también el metal oro como su fuente de intercambios, compras, pagos y ahorros.
